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Miércoles Santo
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Orígen de la Procesión

Apuntes sobre el origen de la Procesión como Estación de Penitencia

Antes de entrar en detallar cual es el orden que sigue (o debería seguir) la Cofradía en la calle, durante su salida procesional del Miércoles Santo, es necesario comprender otros aspectos generales, que dan respuesta al sentido y origen de la procesión y su puesta en escena como Estación Penitencial.

Primeramente hay que dejar sentado que es la Cofradía y ésta, en su concepto básico, es una asociación de fieles de la Iglesia Católica que tiene como nexo de unión el culto a las Imágenes bajo unas advocaciones cristíferas que señalan algún momento de la Pasión, y mariológicas que tomarán como base toda la multiplicidad de advocaciones referentes a la Madre de Dios.

La salida de la Cofradía desde el ámbito del templo, es el resultado de la puesta en escena de todo un simulacro teatral y solemne de un "paso" concreto de la Pasión, patentizando públicamente la religiosidad y catolicidad del colectivo perteneciente a ella, como necesidad de testimoniar públicamente la fe de ese colectivo, y por extensión, de todo un pueblo, que tuvo su auge en una época de convulsión religiosa enardecida por el Concilio de Trento y que ha permanecido a través de los siglos, después de haberse superado las luchas religiosas, al menos en las sociedades democráticas actuales.

La permanencia en el tiempo y su indudable arraigo popular en determinadas regiones, como es el caso de Andalucía, es también consecuencia de unas características que son propias y únicas del pueblo andaluz. Ese particular carácter se traduce "sentimiento trágico andaluz", en pleno Siglo de oro español, enlazará sublimemente con un concepto de arte que triunfó en esa época: el Barroco. Y de tal manera impactó en la Iglesia y todo lo referente a ella, que aún hoy, perviven en muchas de sus manifestaciones la esencia del Barroco. Por tanto no se concibe una cofradía fuera del barroco, o al menos en escuelas muy cercanas a él. Es el modo más adecuado y atrevido para expresar todo el drama de la Pasión y al mismo tiempo el vehículo idóneo para elevar a lo sublime la figura de María, exponiéndola como Madre de Dios y reina Universal al mismo tiempo que Madre corredentora de la Humanidad.

En ese afán expresivo, las imágenes de Cristo irán acompañadas de infinidad de símbolos barrocos, así como la figura de María se verá humanizada de tal manera que la profusión de ricos tejidos, bordados y joyas, se conjugan con símbolos que expresarán su carácter humano y divino de la Madre de Dios. Se la coronará de diademas de ricos y trabajados metales, se la cubrirá con un manto símbolo del amor filial, y será colocada en el más bello y armonioso conjunto: el trono procesional de Reina (bajo palio) y en él cada elemento supone un símbolo concreto y significativo.

Por otro lado, el cortejo procesional se establece con la misma armonía, respondiendo igualmente cada objeto a un significado y a un lugar en el mismo de acuerdo con su categoría.

Elemento imprescindible para participar en la procesión es la túnica: el hábito penitencial. Sin él, el cofrade no forma parte del cortejo aunque esté presente. Es lo que conforma el anonimato inexcusable para no caer en la vanidad del que en algún momento determinado quiera que se le conozca o señale. En la procesión todos somos iguales. Nadie es destacable. Nadie es protagonista de nada. La pasión solamente tiene un protagonista: Cristo Redentor del Mundo y María corredentora.

Después podremos ver otros personajes como acompañantes del cortejo, que sin llevar el mencionado hábito, están presentes pero con otra función y significado específico, como puedan ser: el cuerpo de acólitos; o las presidencias, entre otros, que más adelante en el apartado "EL Cortejo" iremos ampliando y detallando.

Y expuesto todo esto, entenderemos mejor la Cofradía en la calle. De esta forma podremos situarnos bajo el dintel de la puerta de cualquier templo, desde el que haga su salida la Cofradía. Y nos situaremos de forma que podamos contemplar toda la riqueza ornamental y simbología de cada elemento del cortejo, sus portadores y su significado.