Queridos Hermanos:
Hoy es Miércoles Santo, son las 7 de la tarde y quedan 20 minutos para que se produjese la salida de nuestra Cofradía. Pero no. Como ya sabemos, nuestra Cofradía no saldrá a la calle. Este año, ni siquiera las puertas del templo de nuestra Capilla se abrirán. Tras esos portones estarán en sus respectivos altares Nuestros Titulares. Es lo más difícil de llevar, saber que Ellos, los Titulares, estarán solos en su Capilla, en la soledad no presencial de sus hermanos, devotos y pueblo en general.
La plaza de San Francisco está vacía, como nunca podíamos imaginarla, pero llena de nuestros corazones. Y no me cabe duda que en estas horas que deberían coincidir con la salida procesional, un cúmulo de sensaciones y recuerdos estarán presentes en todos.
Van para ya dos años los que no podemos salir a la calle. Es triste, pero hay que asumirlo. Estoy seguro que en el pensamiento de todos albergaremos la esperanza para que el año que viene, si Dios quiere, deseemos con más ilusión hacer nuestra pública manifestación de Fe.
Quiero desde estas líneas mandaros un fuerte abrazo y pediros que invoquéis a Nuestros Titulares para que nunca más volvamos a vivir un Miércoles Santo como el de hoy; para que todos, sin ninguno en falta, nos podamos ver pronto y, sobre todo, para que esta pandemia desaparezca.
Con todo mi afecto, vuestro Hermano Mayor.
Diego Hermoso