Diego Hermoso, en su despacho de la casa hermandad de la Cofradía de la Paloma. / Eduardo Nieto
La Cofradía de la Paloma prevé celebrar el 50º aniversario de la bendición de su titular mariana con un culto en la parroquia de San Juan, donde tuvo anteriormente su sede
Diego Hermoso Ruiz-Vázquez es desde el pasado mes de junio el nuevo hermano mayor de la Cofradía de la Paloma, un puesto en el que ha tomado el testigo de José Carretín y que anteriormente ya ocuparon su abuelo, Miguel Hermoso, durante 35 años, y su padre, Francisco Hermoso, durante 19. «Se podría decir que lo llevo en la sangre», bromea este ya veterano cofrade que ha pasado por numerosos cargos de responsabilidad en la directiva de esta corporación del Miércoles Santo y que ahora toma sus riendas con el objetivo de facilitar el relevo generacional.
– ¿Qué le animó a dar el paso para presentarse como hermano mayor?
– Tocaba una renovación generacional en la cofradía. Me lo habían pedido muchísimos hermanos y directivos. Pensaba que esto se podía posponer, pero finalmente di el paso para dar un enfoque nuevo, aunque mantengamos nuestra línea tradicional.
– En las elecciones se barajaron inicialmente dos candidaturas que provocaron cierta división en la cofradía. ¿Se han superado ya esas discrepancias?
– Sí. Como todo proceso electoral interno, surgen diferencias sobre maneras de entender la cofradía. Al principio había dos candidaturas, pero la otra tuvo el noble gesto de retirarse para facilitar el mejor gobierno de la hermandad. Eso honra a esas personas, que en una gran medida están integradas en la nueva directiva.
– ¿Cuáles son sus principales proyectos para estos cuatro años?
– A nivel interno, queríamos una renovación de los órganos de gobierno. En la permanente, salvo dos hermanos, el resto son nuevos, y en la junta, de 71 personas, 37 nunca habían formado parte de ella. Quería un relevo de personas en tareas de gobierno importantes, y una mayor descentralización. En cuanto a los proyectos de futuro yo hablaría de tres objetivos. El primero es sumar más personas a la cofradía, que tiene 2.260 hermanos. Cada año se quedan unas cien personas sin poder salir de nazareno y eso no puede ser. Ahora tenemos un promedio de unos setecientos nazarenos y queremos, de aquí a cuatro años, poner en la calle más de mil. El segundo es un plan de conservación y mejora del patrimonio, renovando los enseres del cortejo procesional y convirtiendo el salón de tronos junto a la capilla en un espacio expositivo permanente. Y tercer proyecto, en el que tenemos puesta nuestra ilusión, es la celebración del 50º aniversario de la bendición de la Virgen de la Paloma.
– ¿Qué actos se están planificando para esa conmemoración?
– Comenzarían en octubre de 2020 y acabarían en febrero de 2021. Apostamos por un programa de exposiciones, charlas, conferencias y, para enero y febrero de 2021, un culto extraordinario en la parroquia de San Juan, adonde llevaríamos la Virgen para que presida un altar lo más parecido posible al de su bendición. Una vez que la imagen regrese a su capilla de la plaza de San Francisco, nos proponemos, con permiso de la autoridad eclesiástica, sacarla a la calle en su trono procesional del Miércoles Santo, en la fecha más próxima al aniversario de su bendición, que fue el 20 de febrero de 1971. Hay mucha ilusión con eso y se va a poner en marcha una comisión para organizarlo. Además, en 2020 celebramos el 75º aniversario del hermanamiento con el Ayuntamiento de Madrid. En unos días vamos a ser recibidos por su actual alcalde.
«Para un futuro muy próximo nos planteamos ampliar el recorrido por el entorno de la Catedral»
– Su cofradía era una de las pasión que postulaba a su titular mariana para la coronación canónica, una aspiración que se ha visto frustrada por las nuevas normas diocesanas. ¿Ha producido desilusión esta situación en la hermandad?
– Sí, nos produce una desilusión. Creemos que se han endurecido excesivamente las normas para coronaciones en Málaga en comparación con otras diócesis andaluzas. Respetamos totalmente la decisión del obispo, como nuestro pastor, pero al poner el listón, no en la antigüedad de la advocación, sino en la de la talla, lo dificulta mucho a nuestra cofradía y otras dos más que tenían también el deseo de ver coronadas a sus Vírgenes. Nosotros no tenemos que justificar la devoción a la Virgen de la Paloma porque se ve en la multitud que la rodea cada Miércoles Santo.
– ¿Qué opina del nuevo recorrido oficial para la Semana Santa?
– El año pasado no pudimos salir por el riesgo de lluvia, así que me va a tocar probar el nuevo recorrido como hermano mayor. Una de las cosas que habíamos pedido a la Agrupación es tener más tiempo para completarlo, y este año se van a tener 15 minutos más ya que se pasa de dos horas menos diez minutos para recorrerlo, a dos horas y cinco minutos, así que eso va a venir bien. ¿Cómo va a responder la cofradía en la calle? Estamos preocupados por el engranaje que requiere todo esto. El entorno de la Catedral es bonito, pero la parte de la plaza de la Marina es muy desangelada. Nos preocupa el ajuste de horarios para que Fusionadas salga de la Catedral y nosotros demos la vuelta por la calle Santa María y Duque de la Victoria, por las dimensiones del trono de nuestra Virgen.
– Entiendo que la idea es mantener lo que estaba previsto para el año pasado.
– Sí, pero posiblemente saldremos un poco más tarde. Íbamos a salir a las siete y creo que eso es demasiado tiempo para llegar a la tribuna, así que pondremos la cofradía en la calle sobre las siete y veinte o siete y veinticinco de la tarde.
– ¿Se plantea la cofradía algún cambio en su itinerario para ampliarlo?
– El deseo de la junta que presido es ampliarlo. Somos la cofradía que menos tiempo está en la calle y hay una gran demanda de que se nos vea más. Para un futuro muy próximo, nos planteamos la posibilidad de bordear la Catedral, es decir, seguir por Postigo de los Abades, Cortina del Muelle, plaza de la Aduana y Císter. Pero eso dependerá de cómo vaya el engranaje con las otras cofradías. El entorno de la Catedral es la parte más bonita del nuevo recorrido oficial. Vamos a ver cómo nos va este año, hay que ajustar muchas cosas.