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Columbario
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La Luminaria

La primitiva labor asistencial

Uno de los principales fines por los que fue instituida esta Hermandad, ha sido, y es, la de dar cristiana sepultura a nuestro hermanos difuntos y ofrecer sufragios por su eterno descanso. A esta labor asistencial se le vino en llamar Luminarias, nombre con el que aún hoy se le conocen en nuestra Corporación.

Esta luminaria, desde que en 1995 nos establecimos en esta Sede Canónica, ha sido recuperada con la construcción de Columbarios sobre las bóvedas de nuestra Capilla, para que los Hermanos, de esta antigua Corporación Nazarena y las familias cristianas que quieran, puedan depositar las cenizas de sus difuntos permaneciendo en un lugar sagrado y bajo el cobijo de nuestro Titulares; todo ello con la observancia de la legislación diocesana sobre columbarios y demás normas canónicas y litúrgicas emanadas de nuestra Santa Madre Iglesia.

Aunque la titularidad de estos columbarios pertenece a la Hermandad, esta cede a sus hermanos y devotos el uso de cada uno de los columbarios, según los criterios que específicamente se reglamenten, para que depositen las cenizas de sus familiares o de los seres queridos que libremente designen, con la única cláusula que una vez que se produzca ese deposito lo hagan saber a los Albaceas de Luminaria para su asiento en el correspondiente Libro de Registro.

La Hermandad se reserva el derecho para establecer el coste de la adquisición del columbario, cuyo importe variará según la capacidad o tamaño del mismo. Asimismo, podrá establecer una cuota anual de mantenimiento ordinario del columbario a satisfacer por los cesionarios. Por contra, la Hermandad se ve obligada a mantener el Columbario en perfecto estado de conservación, limpieza y decoro.

Semanalmente, en los días y horas que determine la Junta de Gobierno, estará abierta la Sala de Columbarios, para que familiares y allegados puedan visitar a sus seres queridos.

El último viernes de cada mes, se celebrará una Santa Misa en sufragio por las almas de los hermanos, familiares y devotos difuntos, y especialmente por todos aquellos cuyas cenizas reposan en el Columbario.